Archive for the ‘ fotoperiodismo ’ Category
Se apoya en los soportales de la Catedral de Murcia, en la Plaza del Cardenal Belluga ; todos o casi todos los días.
Nos ve pasar, encontrarnos, saludar, emocionarnos, conversar….
Ve a nuestros hijos jugar, reír, correr, patinar..
Nos contempla sentados en las terrazas, desayunando, en el aperitivo, con el café de la tarde, con las cervezas de la noche..
Observa los conciertos, las fiestas, las manifestaciones, las concentraciones…….
Lo que no sé es si nosotros la vemos….
«Una buena imagen es la que después de pasar por la peor fotocopiadora continúa contando una historia, y llegando al corazón y a la cabeza». Javier Balauz
La situación de muchos fotógrafos y fotógrafas que trabajan en prensa diaria es de mucha precariedad. En la mayoría de los casos, mantienen una relación de colaboración con los medios, cobrando ridículas cuantías por fotografía publicada y obligándoles a costearse la seguridad social y el kilometraje. Sin embargo, a pesar de considerarse personas externas, existe una relación laboral equivalente a los trabajadores y trabajadoras en plantilla.
Estas cuestiones, sumado al escaso valor que se da a la imagen en los medios, donde se prefiere la gratuidad de las fotos frente a la calidad, hacen de la profesión de informadores gráficos una “especie” en peligro de extinción, perjudicando a su vez la calidad de la información que se ofrece a la sociedad.
Desde estas líneas expresamos nuestra solidaridad con el compañero Moisés.
via fotoactivismo
«La novela y el cuento se dejan comparar analógicamente con el cine y la fotografía, en la medida en que una película es en principio un «orden abierto», novelesco, mientras que una fotografía lograda presupone una ceñida limitación previa, impuesta en parte por el reducido campo que abarca la cámara y por la forma en que el fotógrafo utiliza estéticamente esa limitación. No sé si ustedes han oído hablar de su arte a un fotógrafo profesional; a mí siempre me ha sorprendido el que se exprese tal como podría hacerlo un cuentista en muchos aspectos. Fotógrafos de la calidad de un Cartier-Bresson o de un Brasai definen su arte como una aparente paradoja: la de recortar un fragmento de la realidad, fijándole determinados límites, pero de manera tal que ese recorte actúe como una explosión que abre de par en par una realidad mucho más amplia, como una visión dinámica que trasciende espiritualmente el campo abarcado por la cámara. Mientras en el cine, como en la novela, la captación de esa realidad más amplia y multiforme se logra mediante el desarrollo de elementos parciales, acumulativos, que no excluyen, por supuesto, una síntesis que dé el «clímax» de la obra, en una fotografía o en un cuento de gran calidad se procede inversamente, es decir que el fotógrafo o el cuentista se ven precisados a escoger y limitar una imagen o un acaecimiento que sean significativos, que no solamente valgan por sí mismos, sino que sean capaces de actuar en el espectador o en el lector como una especie de apertura, de fermento que proyecta la inteligencia y la sensibilidad hacia algo que va mucha más allá de la anécdota visual o literaria contenidas en la foto o en el cuento. Un escritor argentino, muy amigo del boxeo, me decía que en ese combate que se entabla entre un texto apasionante y su lector, la novela gana siempre por puntos, mientras que el cuento debe ganar por knock-out.»
Julio Cortazar
¿Cómo definiría la fotografía documental o el cine documental?
» En mi criterio, significa tener un interés por la época en que se vive: lo que le ocurre a la gente y a la sociedad en nuestro derredor. Muy a menudo, las que se suelen denominar bellas artes ignoran este aspecto. En general, me siento atraído por aquellos artistas que están interesados en un panorama vasto, y no por los que se preocupan estrictamente de sus gustos y disgustos. Me siento atraído por los que están interesados en lo que ocurra fuera de sí mismos. Ésa es la fuente definitiva del mejor arte, y es una fuente que apenas ha sido explotada.
Estamos comenzando a vivir en una época de grandes cambios, y tales cambios traen mucho desconcierto y confusión a toda clase de personas que se encuentran perdidas. Éstas no saben lo que ocurre en su derredor».Paul Strand